domingo, 16 de mayo de 2010

Hacer ciudad para enfrentar la crisis…o la Feria del Libro en el lugar equivocado.

“Ser humano es vivir en un mundo lleno de lugares significativos; ser humano significa tener y conocer tu lugar.” Edward Relph

Parece que el término “lugar” no significa nada para los responsables de la promoción cultural, la planeación de la ciudad y el desarrollo económico de la misma. Y lo demuestra como ejemplo, no único, el cambio de la Feria del Libro a la zona del río. Se dice en el medio que los comerciantes de la avenida Revolución se oponen a cerrar calles, o en este caso específico, un empresario se opone a la instalación de la Feria del Libro en el centro de la ciudad. Ya habíamos comentado en escritos anteriores cómo la planeación está atrapada entre los intereses particulares y los intereses políticos y lo que debe ser a nadie le importa o al menos eso hacen parecer. La Feria del Libro de Tijuana volvió al centro no por capricho sino como estrategia. El centro recibe el mayor número de rutas de transporte público lo que le da acceso a la Feria al mayor número de ciudadanos de la periferia de la ciudad. Las actividades de la Feria bien planeadas deben generar un mayor tiempo de estancia en el centro del visitante a la misma lo que da por resultado una derrama económica en el centro, hay resultados de esto en experiencias anteriores, claro que tal vez los comerciantes de la avenida Revolución no lo perciban así porque sus estrategias de venta-extorsión están dirigidas al turismo extranjero. Una planeación del impacto social de la Feria conduciría a ligar la visita a puntos estratégicos con un programa y promoción previos, al Palacio de la Cultura con énfasis en el archivo histórico y recorridos a puntos importantes del centro. La avenida Revolución es la vía natural del turismo y si éste ha disminuido la Feria del Libro es un atractivo como industria cultural que muestra otra cara de la ciudad, también de esto hay testimonios de estudiantes de California que el único motivo de regresar a Tijuana después de años de ausencia fue la Feria del Libro y la facilidad de llegar al centro a pie. Hemos sido testigos de la fuerza de la cultura como elemento revitalizador del espacio urbano y el centro de esta ciudad de Tijuana requiere de inmediato de intervenciones de este tipo ajenas a intereses particulares y no zonas de la ciudad con un sinergia madurada y con una problemática muy sensible a la que no beneficia una acción específica como ésta sino que de hecho puede perjudicarle.
La construcción de la “ciudad que deseamos” no puede prescindir de la historia de la ciudad que vivimos y por esto es tan importante crear espacios para la transmisión y reconstrucción de nuestra memoria urbana, en este caso la Feria del Libro como vinculación con el lugar, que es su lugar de origen, y la posibilidad en el centro de ser un espacio de trabajo para la promoción de la ciudad a través de la gestión cultural. En los Planes Estratégicos de desarrollo de varias ciudades como el de Burgos, en España, donde la reconstrucción de su estructura cultural va ligada con las manifestaciones artísticas callejeras con la idea de una manera colectiva de vivir la ciudad.
El Plan Estratégico de la ciudad de Manchester, en Inglaterra, los barrios y las zonas céntricas se convierten en atractores de intensos focos de interés desarrollando un sistema complementario de transporte para extender los beneficios a toda la ciudad.
Los Planes Estratégicos Culturales de las ciudades son un reflejo de cómo se percibe la cultura en un determinado territorio y su lugar en las políticas públicas de la ciudad. Barcelona, en España, también ya tiene un plan, se llama Nuevos Acentos y pretende situar la cultura en un espacio de centralidad que proyecte un determinado estilo de vida correspondiente a una ciudad atractiva y dinámica. Se trata de un proyecto de ciudad que acciona mediante el constante contrapeso a la tendiente banalización y la sustitución de contenidos artísticos por el concepto del entretenimiento. Y no podíamos dejar de mencionar el Plan Estratégico de Medellín, Colombia, basado en la Pedagogía de la Convivencia, así bajo la aspiración 2011: competitividad y solidaridad, proliferan parques, nuevas bibliotecas y plazas con una mayor proximidad a los servicios públicos y un plan integral de seguridad ciudadana que consolida una nueva percepción del Estado: decrecimiento de la violencia y aumento de la legitimidad. Para reducir los niveles de violencia, se ha enfatizado en realzar la cultura y la educación, donde el escenario de acción es el espacio público.
Tenemos la oportunidad de transformar a la cultura, reconfigurando los patrones culturales en una estrategia de acción mayor, activando la producción de ésta y con ello, la configuración de una ciudad dinámica e innovadora y sus espacios así lo manifestarán. Pero por favor no nos hagan pensar que no les importa o no tienen la capacidad.

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